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Las narrativas de las organizaciones deben ser sólidas, pues son la base de la estrategia de comunicación

El Foro Cemefi de julio, realizado el 29 de julio, tuvo por tema Narrativas, espacio cívico y acción, durante éste los expositores realizaron una serie de recomendaciones sobre cómo elaborar o reforzar las narrativas institucionales, posicionar temas y promover la participación ciudadana.

A modo de introducción, Ricardo Reynoso López, Coordinador General de Comunicación, presentó la Guía de Comunicación de Ensamble como un buen ejemplo de cómo llevar a la práctica comunicativa una narrativa sólida que ya está previamente establecida. Al concluir su participación, recordó que el fin de toda comunicación no es informar sino mover a la acción, por lo que toda narrativa debe partir de la claridad del objetivo que se quiere lograr.

Alejandro Velez Salas, de Impacto Social, Metropolitan Group, utilizó la analogía de un árbol para explicar los componentes de una narrativa, resaltando que todo el conjunto determina la manera en la que las personas perciben la realidad, moldeando los pensamientos y creencias, y por ende, influyendo en la acción individual. Indicó que son los valores el elemento fundamental al que toda narrativa debe apelar, pues tienden puentes con el público objetivo, son generacionales y permiten anclarse en el tiempo.

Para ello, el estudio continuo de los valores de las personas es fundamental, qué factores influyen en ellos y cómo van cambiando en el tiempo, hacer investigación de gabinete (encuestas y papers), y grupos de enfoque, a modo de matizar los números y comprender mejor la parte cuantitativa de los estudios.

Por último, Carla De Alday Lira, Coordinadora de Relaciones Públicas de A Favor de lo Mejor, habló sobre la experiencia de la organización en la campaña Yo Creo un México Mejor, a través de la cual se busca cambiar positivamente la narrativa que los mexicanos nos contamos unos a otros.

Hizo énfasis en la pérdida de oportunidades que existen cuando la organización no tiene actualizado el “termómetro emocional” de sus audiencias, porque literalmente, se pierde la conexión con ellas y el público deja de escuchar y considerar relevante los mensajes.

En cambio, identificar plenamente cómo evolucionan las emociones de los públicos, permite ir ajustando los mensajes, actualizarlos e incluso, y modificando las narrativas en caso de que la coyuntura vaya requiriéndolo; como ocurrió con la pandemia.

Te compartimos la grabación del Foro.


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