El 2 de octubre se presentó en Casa Cemefi, el estudio Fundaciones donantes en México: funciones, mecanismos de inversión y aportes a la sociedad, una obra de Rodrigo Villar y Gemma Puig, del Centro de Investigación y Estudios sobre Sociedad Civil.

El estudio revela que de las 12,041 organizaciones de la sociedad civil (OSC)que cuentan con la autorización para emitir recibos deducibles de impuestos, es decir, las donatarias autorizadas; solo 351 son fundaciones donantes en México; las cuales donaron en su conjunto (de 2020- 2023) la cantidad de $42, 498 millones de pesos, equivalente al 5% del presupuesto de educación en México o al gasto del programa Sembrando Vida, señaló Rodrigo Villar.

Sobre las fuentes de sus ingresos, la filantropía sigue siendo la principal (88%), seguido de los intereses (rendimientos de recursos) o por una estrategia mixta.

La investigación propone una clasificación y una tipología de las fundaciones: a) fundaciones familiares b) fundaciones comunitarias c) fundaciones empresariales d) fundaciones independientes. Sin embargo, independientemente de su tipología, las fundaciones destinan sus recursos principalmente a la operación de programas filantrópicos propios (en un 81%, equivalente a $34, 507 mdp) y solo un 19% ($7,991 mdp) a donativos en efectivo o en especie  para donatarias autorizadas.

Durante el periodo analizado, fueron 6,778 las donatarias que recibieron recursos, provenientes (en un 92%) de las 88 fundaciones más grandes. El 8% restante de los ingresos que tuvieron dichas donatarias provino de 263 fundaciones de diversos tamaños.

Ricardo Bucio, presidente ejecutivo de Cemefi, expresó su preocupación de que 7,557  donatarias no recibieran donativos de estas fundaciones durante cuatro años. “Están centralizados los fondos, lo que responde a la desigualdad que hay en el país. Y de esta centralización de fondos, la clase media es la que menos participa con sus donativos”.

Durante la presentación, Alicia Lebrija, presidenta ejecutiva de Fundación Televisa, reconoció la aportación del estudio al conocimiento del sector filantrópico. “Mapear es algo complejo y más en este país en un momento en el que contar con datos y fuentes fidedignas es muy difícil”, apuntó.

Tenemos la tarea de trabajar juntos, tenemos que estar unidos, las fundaciones y entidades donantes en México. No nos conocemos entre sí, cuando tendríamos que platicar y colaborar. Si fuera así, lograríamos mucho mayor impacto, concluyó Juan Manuel Rosas, Director de Fundación Gigante.

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