Historia de éxito de La Cima IAP. Testimonio de Alejandra García Durán
Soy una mujer joven originaria de la comunidad Otomí de Santiago Mexquititlán, Municipio de Amealco, Querétaro. Ninguno de mis padres finalizó la primaria. Mi padre falleció y mi madre es artesana de la muñeca otomí. Yo soy la primera mujer de mi familia en finalizar preparatoria y gracias al apoyo de La Cima IAP, la primera en graduarme de Universidad.
Antes de llegar a La Cima, mi vida era complicada. Cuando llegué a La Cima IAP vivía sola, me sentía sola emocionalmente, tenía problemas económicos, no me alcanzaba para la comida, tenía muy contado el dinero, prefería guardar el dinero para pasajes que comprar otras cosas.
La Cima me ofreció la oportunidad de tener un techo donde dormir, una beca completa, apoyo económico, apoyo emocional y apoyo social. De no haber tenido acceso a La Cima IAP, ya tenía considerado dejar la universidad y volver a mi casa. La organización me ayudó a continuar con sus estudios, a sentirme protegida, a sentirme apoyada.
En la Cima me han apoyado en todos los aspectos para mi bienestar, por ejemplo, durante la pandemia sentí mucho su apoyo a pesar de la distancia, me brindaron las herramientas que necesito para crecer, el programa me ayudó a continuar mis sueños.
Agradezco a La Cima por brindarme todo el apoyo necesario para continuar con mis estudios, sobre todo agradezco los cursos y talleres extra escolares que me han brindado para tener una formación completa. Participar en los talleres de desarrollo humano que me ofrece La Cima ha cambiado mi forma de ver las cosas, ha abierto mi mente a pensar más cosas que no me había preguntado antes, dirijo mis pensamientos y mis acciones en dar lo mejor de mí, perdonándome, perdonando a los demás, amándome y amando a los demás, no cuestiono el comportamiento de los demás y no juzgo sus acciones.
No siempre puedo, pero cuando no lo hago, el simple hecho de ser y estar consciente de que estoy haciendo yo mal conmigo misma y con los demás, hace que reflexione nuevamente sobre que todos tenemos una razón de ser, un pasado conocido y desconocido, cosas que sanar, cosas que descubrir o aprender, y eso hace lo bello de la diversidad humana.
Ha mejorado mis relaciones con los demás, pero sobre todo, conmigo misma. Aún me faltan bastantes cosas por aprender y poner en práctica, pero estoy en total disposición de hacerlo; pues quiero poder sentirme libre.
Gracias al apoyo de La Cima IAP me gradué como Ingeniera Industrial este agosto 2022. Ese mismo mes, fui contratada como Ingeniera de Procesos en una empresa en Querétaro.
Como parte del programa integral de La Cima IAP, desarrollé un proyecto comunitario con el objetivo de mejorar el ingreso y condiciones de trabajo de artesanas Otomíes de comunidades de Amealco, Querétaro, ofreciendo entrenamiento en herramientas de administración y estandarización de procesos de producción de muñecas.
En un video, la propia Alejandra explica su proyecto comunitario. Haz clic en este enlace para ver el video en Youtube.