El 21 de marzo, en el marco del Día Mundial del Agua, se llevó a cabo en Casa Cemefi, en la Ciudad de México, el lanzamiento, en formato híbrido, de la iniciativa “Ciudades Líquidas: Diálogos y Acciones por el Agua” en el que participaron más de 200 personas de organismos internacionales, públicos, privados, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil para articular acciones urgentes encaminadas a mejorar la gestión del agua en México.

Y es que cada vez son menos personas las que cuentan con agua en sus hogares.  Como ejemplo, en la ciudad de México, viven 9.2 millones de habitantes y alrededor de 45 por ciento no tiene acceso al agua, lo que propicia un consumo de 390 litros de agua de garrafón por persona al año. Y antes de la pandemia, el 40 por ciento de la población se abastecía de purificadoras no reguladas. Ahora este consumo se ha incrementado al 60%, señaló Delia Montero, coordinadora de la Red AgUAM, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana. 

“El agua es un bien público, un bien colectivo. El derecho al agua lo ejercen las personas diariamente, pero no todas. Y como un derecho no estamos haciendo lo suficiente para que sea accesible, asequible para todos, para que haya respeto y cuidado, para que las personas, las instituciones, podamos hacer lo que nos toca” señaló Ricardo Bucio Mújica, presidente ejecutivo de Cemefi.

Al respecto, Ernesto Herrera, de Reforestamos México, subrayó que es necesaria la tecnología para hacer llegar agua a todos los hogares, pero el problema es que muchas veces no somos conscientes de que viene de los bosques y que, en algunos casos, son privados; por lo que se requiere una colaboración extrema con las comunidades para lograr que, durante el ciclo del agua, se alimenten los sistemas tecnológicos, para que el agua llegue a todas las personas.

Es preciso generar una ciudadanía hídrica, impulsar la participación informada de los ciudadanos, lograr que se involucren y colaboren en la innovación, en la gestión y distribución del agua. Y ello implica involucrar también a las empresas, y a toda clase de organismos. “La perspectiva del agua no solo es ecosistémica, vincula también temas de salud e infraestructura”, subrayó Lorena Gudiño, coordinadora de la Alianza México-Alemana de Cambio Climático (GIZ).

En la ciudad de México hay cada vez más pipas, porque no hay regulación. Es claro que comienza a crecer un mercado negro en el que no están interviniendo las autoridades. Asimismo, con el surgimiento del “aguachicoleo”, se evidencia la urgencia de frenar actos ilegales. En eso, la sociedad civil organizada puede trabajar unida y colaborar con el gobierno, dijo Marcela Heredia, vicepresidenta del tema hídrico de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Mario Schjetnan, de la Alianza por el agua en Abundancia del Valle de México, sugirió impulsar políticas fiscales que incentiven a las personas y a las empresas a reciclar agua en sus edificios, así como se ha hecho con los paneles solares. “Ya existe una ley, pero no los reglamentos, te dice que tienes que reciclar agua, pero no te dice cómo, hay un vacío enorme”, señaló el experto.

Es preciso informar y capacitar a las empresas sobre la “descarga cero”, impulsarlas a que se proyecte y se construyan sistemas que permitan la recolección, el reciclaje y la inyección de agua, sobre todo para las grandes infraestructuras, como los centros comerciales, por ejemplo. “Una tecnología así debiera tener beneficios fiscales, porque también estás ahorrando drenaje a la ciudad, evitando que la ciudad se inunde, porque el tema del agua se está resolviendo in situ”, afirmó.

La cuenca del Valle de México abastece a más de 22 millones de habitantes y representa uno de los polos de desarrollo económico más importante del país. Esto genera una presión significativa sobre los recursos hídricos y una fuerte dependencia a factores externos, además del aumento de los costos de suministro.

Ciudades Líquidas nace como una propuesta intersectorial, impulsada originalmente por Fundación Hogares; la Red AgUAM, de la Universidad Autónoma Metropolitana; World Vision; Oxfam México; Reforestamos México; La Alianza por el Agua en Abundancia en el Valle de México; la Red Nacional para el Monitoreo de Reservas de Agua en México (REDMORA); la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES); Isla Urbana; la Cooperación Técnica Alemana en México (GIZ – Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit); la Universidad de Texas en El Paso (UTEP); 50L Home Coalition del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD); Vita Water; Caminos de Agua  y el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi). 

Ciudades Líquidas, en su primera edición, logró atraer el interés de más de 380 personas de 215 organismos, públicos, privados, de la sociedad civil y empresas, que se están articulando para compartir conocimientos e iniciativas para gestionar mejor el agua, porque “no hay sólo escasez de agua, hay una mala gestión del recurso”, se dijo al concluir el evento. 

Te compartimos la grabación del evento #CiudadesLíquidas


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