Presentaron estudio sobre fundaciones donantes en México
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El 2 de octubre se presentó en Casa Cemefi, en la Ciudad de México, el estudio Fundaciones Donantes en México: funciones, mecanismos de inversión y aportes a la sociedad, una obra de Rodrigo Villar Gómez y Gemma Puig Latorre, del Centro de Investigación y Estudios sobre Sociedad Civil.
El estudio revela que de las 12,041 organizaciones de la sociedad civil (OSC) que cuentan con la autorización para emitir recibos deducibles de impuestos, es decir, las donatarias autorizadas; solo 351 son fundaciones donantes en México; las cuales donaron en su conjunto (de 2020-2023) la cantidad de $42, 498 millones de pesos, equivalente al 5% del presupuesto de educación en México o al gasto del programa Sembrando Vida, señaló Rodrigo Villar.
Sobre las fuentes de sus ingresos, la filantropía sigue siendo la principal (88%), seguido de los intereses (rendimientos de recursos) o por una estrategia mixta.
La investigación propone una clasificación y una tipología de las fundaciones: a) fundaciones familiares b) fundaciones comunitarias c) fundaciones empresariales d) fundaciones independientes. Sin embargo, independientemente de su tipología, las fundaciones destinan sus recursos principalmente a la operación de programas filantrópicos propios (en un 81%, equivalente a $34, 507 mdp) y solo un 19% ($7,991 mdp) a donativos en efectivo o en especie para donatarias autorizadas.
Durante el periodo analizado, fueron 6,778 las donatarias que recibieron recursos, provenientes (en un 92%) de las 88 fundaciones más grandes. El 8% restante de los ingresos que tuvieron dichas donatarias provino de 263 fundaciones de diversos tamaños.
Ricardo Bucio Mújica, presidente ejecutivo de Cemefi, expresó su preocupación de que 7,557 donatarias no recibieran donativos de estas fundaciones durante cuatro años. “Están centralizados los fondos, lo que responde a la desigualdad que hay en el país. Y de esta centralización de fondos, la clase media es la que menos participa con sus donativos”.
Durante la presentación, Alicia Lebrija Hirschfeld, presidenta ejecutiva de Fundación Televisa, reconoció la aportación del estudio al conocimiento del sector filantrópico. “Mapear es algo complejo y más en este país en un momento en el que contar con datos y fuentes fidedignas es muy difícil”, apuntó.
Tenemos la tarea de trabajar juntos, tenemos que estar unidos, las fundaciones y entidades donantes en México. No nos conocemos entre sí, cuando tendríamos que platicar y colaborar. Si fuera así, lograríamos mucho mayor impacto, concluyó Juan Manuel Rosas Pérez, director de Fundación Gigante.
Consulta este y otros documentos en el portal del Centro de Información. Leer.
Se instaló el Consejo Consultivo Regional del Sureste de Cemefi
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Con la participación de representantes de organizaciones de la sociedad civil, empresas y academia de Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Campeche y Yucatán, Cemefi instalo su Consejo Consultivo Regional del Sureste, en una sesión de trabajo realizada el 1° de octubre en las instalaciones de Coparmex Mérida, en Mérida, Yucatán.
El Consejo fungirá como una mesa de diálogo intersectorial e interestatal para construir colectivamente propuestas de solución a problemas comunes en la región, afirmó Ricardo Bucio Mújica, presidente ejecutivo de Cemefi. El objetivo es entender los ecosistemas de la filantropía y de la responsabilidad social para atender, de manera conjunta, agendas locales, apuntó Jorge Aguilar Valenzuela, presidente del Consejo Directivo de Cemefi.
Los consejos contribuirán a propiciar la generación de valor social a través de propuestas de acción local, en la que se propicie la participación ciudadana. Se trata de potenciar las capacidades de cada actor para que avancemos hacia una sociedad más responsable, en la que cada persona se haga cargo de lo público, aunque para lograrlo, primero debamos tener una visión compartida de lo que es público y un sentido de cuidado de lo que nos es común, aclaró Ricardo Bucio.
Posteriormente, los representantes de empresas, fundaciones y organizaciones civiles que aceptaron conformar el Consejo Consultivo Regional del Sureste, sugirieron comenzar una agenda en la que se priorice:
Hablar de sostenibilidad de manera intersectorial. Hay que repensar los roles y la relación organizaciones operativas – financiadores, ya que ante la aprobación a las reformas a la Ley Antilavado, ambos actores enfrentan dificultades tanto para hacer inversión social como para recibir donativos.
Desburocratizar procesos de financiamiento a proyectos de OSC, particularmente locales.
Construir una agenda política clara. Lograr un frente común para dialogar, proponer y tender puentes con el gobierno e impulsar políticas públicas.
Hacer prospectivas de los ecosistemas de la filantropía y de la RSE a 5 y 10 años, de la región y vinculándola con las agendas de otras regiones del país.
Generar mecanismos para que sean las propias empresas las que promuevan con su cadena de valor y todos sus demás grupos de relación, el ejercicio de la responsabilidad social empresarial.
El Estado es la sociedad civil o no hay país, no podemos dejarlo en manos de nadie, señaló Loreto García Muriel al hablar sobre la responsabilidad de este sector en la vida democrática del país. “Sepamos incluirnos como sociedad civil entre nosotros e incluirnos en las estrategias nacionales”, enfatizó.
Por último, Javier de la Calle Pardo, vicepresidente del Consejo Directivo de Cemefi, subrayó la importancia de los consejos consultivos regionales, pues al ser un diálogo multisectorial, permite aterrizar ideas y reconocer la viabilidad de las propuestas de soluciones que se plantean.
Se llevó a cabo el Foro Vivienda, Cambio Climático y Alianzas Intersectoriales
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El 26 de septiembre se llevó a cabo en Casa Cemefi, en la Ciudad de México, el evento “Vivienda, Cambio Climático y Alianzas Intersectoriales”, un conversatorio convocado por Build Change, Hábitat para la Humanidad México, Cooperación Comunitaria, el Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres, A. C. (CENACED) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); con la participación de organismos internacionales, funcionarios de gobierno y organizaciones de la sociedad civil.
Como contexto, Fernanda Lonardoni, Representante de ONU Hábitat, presentó datos sobre la problemática global. Dos mil ochocientos billones de personas, más de un tercio de la población mundial no tiene una vivienda segura. Y la crisis no se detiene, cada año el cambio climático daña 14 millones de viviendas, lo que provocó, tan solo en 2024, pérdidas económicas por 320 mil millones de dólares. Y en México, más del 70 por ciento de la población vive en zonas de riesgo. La vivienda resiliente no es opcional, es vital, aseveró.
En la apertura del evento, Ricardo Bucio, Presidente Ejecutivo de Cemefi, hizo énfasis en la necesidad de establecer mecanismos que permitan prevenir de manera colectiva e intersectorial, los efectos negativos de fenómenos naturales. A 40 años de los sismos de 1985, la planeación de la vivienda es crucial, pero tenemos que hacerlo de manera articulada y coordinada, señaló.
Nicolás Mariscal Torroella, Vicepresidente Ejecutivo de Responsabilidad Social Empresarial de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y consejero de CENACED, aseguró que el acceso a una vivienda digna no solo es un derecho social sino un indicador clave en la medición de la pobreza mundial. Dijo que en México, la CMIC cuenta con 44 cámaras que buscan fomentar la construcción de vivienda, en respuesta a las necesidades que hay en el país. En 2024, más de 10 millones de personas tuvo carencia de vivienda, siendo Chiapas, Estado de México y Veracruz, los estados donde el problema es mucho mayor.
Xavier Moya, Coordinador del Programa de Prevención de Desastres en México en PNUD, exhortó a las organizaciones presentes a recuperar las propuestas y las lecciones aprendidas que dejó el huracán Otis en Guerrero, para lograr la construcción de viviendas resilientes, no solo en Guerrero.
Con la participación de funcionarios de Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) , Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ordenamiento Territorial del Estado de Guerrero, y organizaciones civiles, Build Change, Cooperación Comunitaria y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), se llevaron a cabo conversatorios para identificar los principales aspectos que se deben considerar al pensar en el desarrollo de un plan de vivienda resiliente:
Enrique Guevara Ortiz, Director General del Cenapred, señaló que históricamente, el 60 por ciento de la vivienda en México, es autoconstrucción; por lo que es indispensable capacitar a las personas. Para ello, presentó La guía básica para la autoconstrucción de una vivienda segura.
Además, en el 75 por ciento de los municipios del país, no hay un reglamento de construcción. En respuesta, anunció que en los próximos meses se publicará uno modelo, sobre todo para minimizar riesgos ante viento y sismos; que será aplicable en todo el país.
Isadora Hastings García, cofundadora de Cooperación Comunitaria, señaló que la resiliencia en entornos comunitarios implica desaprender que el desarrollo va de la mano con entornos urbanizados. Tras un desastre, lo importante no es reconstruir, sino construir mejor. Asimismo es necesario reconocer y visibilizar las zonas más vulnerables a través de cartografía participativa.
Alejandro Bersain López, Responsable del Portafolio de Proyectos de Daños de la AMIS, señaló que México es uno de los 30 países más expuestos a siniestros por terremotos y huracanes, siendo los hogares los que resultan más afectados por siniestros hidrometeorológicos. Por ello, es indispensable haya una mayor conciencia sobre un aseguramiento integral y apegado a las necesidades de la zona donde se vive, ya que en el país solo el 6% de las personas que cuentan con una vivienda lo aseguran de manera voluntaria, con seguros no asociados a créditos hipotecarios.
Conclusiones
Hay que identificar las tecnologías que permiten una vivienda más resiliente. Hay que encauzar el conocimiento técnico para focalizarlo en las comunidades locales.
Tras un desastre, al brindar ayuda humanitaria, es absolutamente inconveniente llegar a las comunidades con un financiamiento para la reconstrucción sin consultar previamente a la comunidad sobre las prioridades que se deben atender. Asimismo, el recurso que se otorgue debe ser directo a las personas, con base en un diagnóstico participativo.
Es necesario establecer estándares técnicos de construcción en cada estado, que atienda las necesidades particulares de cada territorio y que estos no estén basados en el código y la reglamentación de la Ciudad de México.
Se requiere generar un directorio de organizaciones civiles y sector privado, con datos de qué es lo que pueden aportar o cómo pueden apoyar ante una eventualidad, por regiones.
Antes de que ocurra una emergencia, las organizaciones civiles deben trabajar para construir colaborativamente, espacios de gobernanza en las comunidades que permitan llevar a cabo una mejor reconstrucción y operar eficientemente en caso de eventualidades.
En la labor de reconstrucción, es fundamental establecer criterios de calidad, lo cual requiere planificación y tiempo; es indispensable evitar la construcción rápida de vivienda, que es lo que más suele hacerse en caso de emergencias.
Cemefi llevó a cabo el Foro Las 5T de la Filantropía, de la teoría a la acción
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El 18 de septiembre se llevó a cabo el último Foro Cemefi del año, con el tema las 5T de la Filantropía, de la teoría a la acción; las cuales representan un marco de valoración sobre las principales aportaciones que realizan las personas que deciden promover causas.
Como introducción al tema, Sara Lomelín Philanthropy Together, comentó que “las T de la Filantropía” han evolucionado con el tiempo, han pasado de ser 3 (Tiempo, Talento y Tesoro) a 5, con la inclusión de Trazos de conexión (relaciones) y Testimonio (el poder de la voz). Asimismo, se prevé la inclusión de otros dos términos en inglés, Trust (confianza) y Truth (verdad, la decisión genuina con la que una persona decide ser generosa con lo que tiene). “Las 5 T nos recuerdan que todos tenemos que algo que aportar, que todas las personas tenemos algo para contribuir en la comunidad”, afirmó la representante de Philanthropy Together.
Posteriormente, representantes de organizaciones civiles hablaron sobre la importancia de cada una de las T, desde sus ámbitos de acción.
Mario Roset, Cofundador y CEO de CivicHouse & Donar Online, dijo que las OSC solo pueden afirmar que su tesoro está a salvo cuando tienen un modelo alterno de generación de ingresos, que no es el tradicional. Asimismo, cuando se tiene una amplia base de donantes individuales recurrentes y principalmente, cuando la organización cuenta con eficiencia administrativa, es decir; que logra el mayor impacto posible con cada peso que ingresa.
Contar con varias fuentes de financiamiento puede brindar tranquilidad a las organizaciones, sin embargo, es complicado -y no tan bueno- tener 5 o más, por el grado de especialización que requiere el personal administrativo. “Es difícil que una sola persona sea especialista en 5 fuentes diferentes de financiamiento”, dijo.
Maru Cortázar, Directora de Appleseed México, habló sobre el poder de las redes. Podemos generar puentes de conocimiento para hacer un capital colectivo. Y al compartir estrategias, podemos maximizar el impacto, aseguró.
Como puntos importantes para crear una red efectiva, destacó la creación de mecanismos de colaboración y confianza y el establecimiento de un nodo de coordinación. Cuando unimos nuestras habilidades en red, el conocimiento deja de ser individual y se convierte en poder colectivo para cambiar realidades. “La confianza es la moneda de la red”, aseveró.
Arturo Aranda, Director de la Asociación Cívica de La Laguna, afirmó que las OSC, como gestores de voluntariado, tienen la responsabilidad de lograr que toda acción social tenga un retorno de inversión claro. Gestionar el tiempo de las personas implica superar los retos generacionales, porque quienes tienen más tiempo de hacer voluntariado es el grupo de personas que tienen 60 años o más, y son quienes aportan el talento más especializado. En contraste, los jóvenes son quienes más participan en acciones de voluntariado, pero cuentan con poca especialización.
En la organización tenemos el objetivo de conformar voluntariado intergeneracional, incluyendo los intereses de varios grupos etarios, y haciendo que los voluntarios comprendan el impacto social del tiempo que donan, afirmó.
Fritz Thompson, autor del libro Resiliencia, siempre se puede, compartió su testimonio de vida para ejemplificar el poder de la narrativa y la importancia de que las OSC y sus beneficiarios cuenten historias, testificando su trabajo.
Contó sus aprendizajes personales a partir de la cuadriplejia que experimentó durante tres años, a causa de un accidente. La situación tan dura que enfrenté me sirvió para comprender que es posible ayudar, beneficiar a otros partiendo de tu dolor, y que el conocimiento que has adquirido (de la propia enfermedad y de la resiliencia), alguien más está necesitándolo en algún lugar. Es ahí cuando surge la posibilidad de compartir, de “darle luz a alguien que está atravesando por un túnel oscuro” afirmó.
Por último, Pilar Parás, Consejera de Cemefi y de otras organizaciones, dijo que existen muchas formas de aportar a la sociedad y que una de ellas es facilitar la conexión de actores sociales. “Puedes movilizar tu red social y profesional para apoyar causas, y eso también es dar”, aseguró.
Las relaciones abren puertas que multiplican el impacto colectivo. Al acercar a las personas que conocemos a las organizaciones de la sociedad civil, les presentamos una causa que pueden hacer suya, con la que deseen comprometerse. “Las relaciones transforman la solidaridad individual, escalan el impacto”, concluyó.
Te compartimos la grabación del foro
El Centro de Información de Cemefi recomienda la consulta de la siguiente bibliografía, relacionada con el Foro. Haz clic aquí.
Se llevó a cabo el Encuentro de Miembros de Cemefi 2025
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El 11 de septiembre se llevó a cabo el Encuentro de Miembros 2025 de la Comunidad Cemefi. En su mensaje de apertura, Jorge Aguilar Valenzuela, presidente del Consejo de Cemefi, exhortó a los asistentes a hacer de la Comunidad Cemefi “una comunidad viva” donde la colaboración sea el centro de todo el trabajo. Y en aras de dedicar más recursos a las causas sociales y menos a aspectos administrativos, planteó la posibilidad de que las organizaciones de la sociedad civil (OSC) compartan su mejor talento humano, como abogados y fiscalistas.
Por su parte, Ricardo Bucio Mújica, presidente ejecutivo de Cemefi, afirmó que “estamos muy desagregados, no estamos unidos como país, no hay mecanismos de colaboración directa”. El país sería mucho más fuerte y su democracia también si tuviera mecanismos que la salvaguardaran y relaciones sociales que la cuidaran. “Queremos que la Comunidad Cemefi sea un espacio que contribuya a generar estas interrelaciones, en la que exista una visión más articulada e integral de la sociedad y en la que podamos trabajar juntos”, aseguró.
Si tuviéramos mecanismos para articularnos, cooperar y colaborar mucho más, se potenciaría lo que hacemos, aunque el tamaño de fundaciones y OSC fuera pequeño. “Necesitamos crecer en la capacidad de tejer relaciones comunes”, dijo el presidente de Cemefi. “¿Cómo logramos tener bienes públicos que todos cuidemos? Si tuviéramos la colaboración como un bien común, habría la apertura de trabajar con los otros”.
Javier de la Calle Pardo, vicepresidente del Consejo Directivo de Cemefi, aseguró que la asociación está trabajando en “iniciativas de gran calado” que están en plena consonancia con las necesidades de sus Miembros y con el ánimo de generar un ambiente más colaborativo. Cuando tenemos un propósito común y buena voluntad, los logros son reales, solo hay que aprender a colaborar mejor, concluyó.
Retos para el desarrollo de la filantropía y la responsabilidad social
El periodista Ricardo Raphael de la Madrid participó en el Encuentro compartiendo su visión sobre los desafíos y las oportunidades que enfrenta el sector no lucrativo en México.
En un contexto en el que nadie tiene las respuestas sobre cómo avanzar hacia un mejor futuro, las personas debemos “aprender a habitar la incertidumbre y deshacernos de la nostalgia por un pasado que no volverá”. ¿Cómo hacemos para volver a crear utopías que nos orienten y no caer en la retro utopía?, interpeló el periodista a los asistentes.
¿Cómo construimos un espacio de coexistencia pacífica para dedicarle tiempo a imaginar el país que queremos en 2040? ¿Qué tipo de sociedad civil queremos? ¿Dónde vamos a estar conceptualmente? ¿Cómo se va a organizar la sociedad para resistir frente a los poderes que tienden hacia una hegemonía que parecía superada? Dejar atrás la polarización implica revalorar el diálogo como posibilidad de cambio. La resiliencia para la resistencia es el primer paso.
El diálogo requiere de un componente cada vez más escaso: la atención. Quien logra mantenerla en otros alcanza poder político y acumula capital económico. Pero en esta competición constante por la atención, la sociedad civil organizada no se ha empeñado en figurar. La comunicación estratégica tiene objetivos claros, está basada en el diálogo, en la empatía y en la conexión con la otredad, pero las OSC la han dejado en manos de “expertos” en lugar de construirla cotidianamente con cada actor social.
El periodista advirtió sobre los cambios reales que la Inteligencia Artificial está haciendo en la sociedad, sobre todo porque las personas están asumiendo que “así será”, en lugar de seguir explorando cómo transformarla (positivamente) a través de la tecnología. En otras partes del mundo hay think tanks que solo se dedican a imaginar nuevas formas de colaborar con tecnología, y en México, ¿qué estamos pensando?, inquirió al concluir su participación.
¿Qué acciones clave podríamos impulsar desde la comunidad colaborativa del Cemefi para enfrentar los desafíos más apremiantes del contexto actual?
A través de una dinámica grupal coordinada por la consultora Ouitopia, los representantes de organizaciones y empresas que son Miembros de Cemefi, hicieron contribuciones y sugerencias sobre cómo potenciar el trabajo de la Comunidad Cemefi:
Enfocar hacia la incidencia pública, a través de reformas e iniciativas legislativas.
Crear comités de representación regional, para presentar propuestas al gobierno.
Contar con consejos consultivos integrados por jóvenes, a fin de llevar nuevas miradas y enfoques a los patronatos de organizaciones.
Crear hubs de servicios para la sociedad civil organizada, de carácter regional, con el objetivo de minimizar gastos de operación de las OSC.
Habilitar entornos más propicios para el desarrollo de la sociedad civil, asumir un rol más proactivo en el contexto que estamos viviendo.
Entorno habilitante para la sociedad civil -Informe México 2025
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Leyes, normas y actitudes sociales que apoyan y fomentan la labor de la sociedad civil.
En todo el mundo, tanto en estados autoritarios como en democracias consolidadas, la ciudadanía que participa en políticas públicas, incidencia política y trabajo comunitario, se enfrenta con frecuencia a diversas restricciones en su derecho a formar asociaciones y organizarse, o se le impide expresar libremente sus opiniones. Y en respuesta a las crecientes restricciones a las libertades cívicas y derechos fundamentales a nivel global, el Sistema de la Unión Europea para un Entorno Habilitante para la Sociedad Civil (SEE UE) inició su labor en 2024.
Con el objetivo de proporcionar una comprensión clara de las condiciones necesarias para el desarrollo de la sociedad civil, lo que posibilita la acción colectiva y la atención de desafíos comunes; el 29 de enero de 2025 se presentó en Johannesburgo, Sudáfrica, una plataforma que es implementada por la sociedad civil en 86 países de África, Asia y América Latina.
A nivel global, la SEE UE está coordinada por un consorcio diverso de organizaciones con amplia experiencia en el monitoreo, la protección y el fortalecimiento del espacio cívico: CIVICUS, Democracy Reporting International, European Partnership for Democracy, Forus, Hivos, Transparencia Internacional, Oxfam Novib, Protection International y el Fondo de Acción Urgente para América Latina y el Caribe (UAF-LAC).
Cemefi, como miembro en México de la red del Sistema de la Unión Europea para un Entorno Propicio para la Sociedad Civil, da a conocer el Informe Enfoque País, cuya elaboración implicó la consulta a 101 fuentes diferentes.
Metodología del Consorcio para el Proyecto EU SEE
El proyecto del Sistema Europeo para el Entorno Habilitante (EU SEE) contempla un monitoreo constante, durante seis años, de seis principios fundamentales que permiten y fortalecen el trabajo de la sociedad civil organizada en un total de 86 países donde la democracia presenta posibilidades de mejora.
La metodología se sustenta en tres herramientas:
Mecanismo de Alerta Temprana: consiste en un monitoreo continuo de medios de comunicación, publicaciones académicas, organizaciones especializadas en distintos temas y reportes internacionales. Su propósito es identificar sucesos, riesgos u oportunidades que puedan afectar, positiva o negativamente, el entorno habilitante, permitiendo generar alertas oportunas o aprovechar ventanas de oportunidad para fortalecerlo.
Reportes cuatrimestrales de “Instantáneas del Entorno Habilitante”: estos documentos ofrecen una visión actualizada del avance y las tendencias del entorno a lo largo del año. A partir del seguimiento sistemático de los seis principios, permiten identificar cambios, patrones emergentes y factores que influyen en la capacidad de acción de la sociedad civil.
Informe Anual con Enfoque País: se trata de una evaluación colectiva que combina un análisis cuantitativo con un enfoque narrativo sobre el estado de los seis principios. Elaborado en conjunto con personas expertas de la sociedad civil organizada, este informe emite una calificación informada para cada principio, acompañada de un análisis contextual que da cuenta de los principales avances, retrocesos y factores determinantes en el entorno habilitante.
En general, esta metodología permite observar y analizar de forma sistemática la evolución del entorno habilitante durante seis años y busca fortalecer las capacidades de respuesta, articulación e incidencia de la sociedad civil frente a otros actores, contribuyendo a la construcción de espacios más favorables para la participación ciudadana, el fortalecimiento democrático y el respeto al Estado de derecho.
Los seis principios evaluados de forma cuantitativa y cualitativa son:
Respeto y protección de las libertades fundamentales
Marco jurídico y normativo favorable
Recursos accesibles y sostenibles
Estado abierto y receptivo
Cultura pública y discursos favorables a la sociedad civil
Acceso a un entorno digital seguro
Los resultados se obtuvieron a partir de una metodología que permite una lectura sistémica del análisis de los acontecimientos tomando como referencia información de OSC (65.9%), medios de comunicación (17%), información de instituciones gubernamentales (12.5%), y universidades (4.5%).
En los hallazgos, la tendencia más preocupante es la consolidación de un modelo de gobernanza que concentra el poder en el Ejecutivo y el partido gobernante, restringe el diálogo con la sociedad civil, identifica la violencia ejercida contra periodistas y activistas, y la presencia a nivel regional del crimen organizado.
Conoce más resultados en el Informe Enfoque País que fue publicado el 2 de septiembre de 2025 en la página del SEE UE. Descarga aquí.
Se realizó el Foro Cemefi: Herramientas clave para evaluar el impacto social
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El 28 de agosto se llevó a cabo el Foro Cemefi con el tema Herramientas clave para evaluar el impacto social.
Isabela Amaro Varas, de Relativ Impact (despacho dedicado a apoyar a las OSC en sus procesos de medición) presentó una ruta para medir el impacto y que este sea inclusivo.
Con su experiencia en la organización sudafricana (que ha trabajado en más de 50 países), aseguró que el impacto social significa algo diferente para cada organización, por lo que el primer objetivo es aprender a medirlo y comunicarlo correctamente.
“Si queremos evaluar de una forma inclusiva, tenemos que entender a las comunidades donde operamos y a las personas por las que trabajamos”. Para ello, conviene hacer un análisis y un mapeo de las partes interesadas, para entender las relaciones que existen y como dichas dinámicas influirán en la medición, para que el proceso sea continuo y colaborativo.
La brújula de las OSC debe ser su teoría de cambio. Esta metodología y su marco de medición de impacto define los datos e indicadores necesarios para medir los resultados clave y de forma sistémica.
Es muy importante desarrollar el plan de cómo se va a recolectar los datos, y que en él participe la comunidad, asegurando que cada persona sienta que tendrá un beneficio, que el proceso represente un aprendizaje compartido, evitando que parezca un ejercicio extractivo por parte de la organización.
Asimismo, en un marco de medición participativo, hay claves: 1)identificar las necesidades de la comunidad y equilibrarlas con las de los donantes, 2) aunque el plan pueda requerir la adición de indicadores, conviene conservar los mismos a lo largo del tiempo, para que sea posible comparar y aprender; y 3) entender cuál es la contribución de la organización al resultado, evitando así la atribución del mismo.
Posteriormente, tres organizaciones compartieron sus procesos de medición de impacto.
En su intervención, Ángel Solís, Director y fundador de Kukulmat, organización chiapaneca que opera en San Cristóbal de las Casas, comentó que existe una brecha digital que excluye a las juventudes de su presente y de su futuro, por lo que son una propuesta de modelo educativo que conecta con las raíces culturales.
En Kukulmat trabajaron su teoría de cambio y dejaron de medir el impacto únicamente de forma cuantitativa, para añadir indicadores cualitativos. “Lo resignificamos e integramos nuevos enfoques”, señaló. Ahora, incluyen en la medición factores como el fortalecimiento de la identidad y de las relaciones sociales, el surgimiento de nuevas ideas en beneficio de la comunidad, así como la confianza interpersonal.
Luis Carlos Sánchez Díaz, gerente de Monitoreo en Youth Buid México, comentó que en el último año acompañaron a 2604 jóvenes oportunidad, para lo cual fue indispensable desarrollar una teoría de cambio afín de que todos los participantes tuvieran un marco común. Asimismo, construyeron de forma colaborativa los indicadores.
Al compartir su experiencia, recomendó a las OSC escuchar antes de medir, adoptar herramientas a los contextos, y dar sentido a los datos, escribiendo historias de vida que los ilustren.
Gabriel León Barragán, director de la organización jalisciense Mayama, señaló que para atender a la niñez y juventud que vive en condiciones de alta marginación, violencia y exclusión en la zona metropolitana de Guadalajara, deben contribuir en el fortalecimiento de capacidades humanas de cada persona.
Y que por ello, en su teoría de cambio, el trabajo con las familias es igual o más importante que con el de las instituciones públicas, cuya función es actuar como garantes de los derechos de la infancia. También consideran fundamental el papel de sus colaboradores en la tarea de concienciar a las niñas, niños y adolescentes sobre su protagonismo en la construcción de ciudadanía.
Consulta la grabación del Foro Cemefi
Te invitamos a consultar las recomendaciones de recursos informativos, relacionados con el Foro Cemefi. Leer.
Inventario de buenas prácticas de derechos humanos en América Latina
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El Instituto Danés para los Derechos Humanos llevará a cabo el diálogo “Derechos Humanos en las Empresas, mejores prácticas en Latinoamérica”, el miércoles 10 de septiembre.
Esta conversación regional estará inspirada en la más reciente publicación del Instituto, “Una combinación inteligente de medidas sobre empresas y derechos humanos en América Latina”, en la cual participaron múltiples actores del sector público, sociedad civil, academia, e instituciones nacionales de derechos humanos de la región.
El inventario ofrece una visión panorámica de la adopción de medidas regulatorias y de políticas públicas en materia de empresas y derechos humanos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, así como a nivel regional en América Latina. Asimismo, identifica tendencias relevantes.
El Diálogo será dirigido por Fernanda Hopenhaym, miembro del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos; y los panelistas serán Germán Zarama, Manager para América Latina y el Caribe en el Centro de la OCDE para la Conducta Empresarial Responsable; Diana Paola Pardo Delgado, funcionaria de la Defensoría del Pueblo de Colombia; Nataly Sarmiento Eljadue, Representante Regional para América Latina y el Caribe del Instituto Danés, entre otros.
Los interesados en participar deben registrarse en la siguiente liga, antes del 5 de septiembre, https://lnkd.in/dgEHXxxw. El evento se realizará el 10 de septiembre, de las 8:00 a las 9:30 horas, tiempo del centro de México.
Haz clic en el siguiente enlace, para conocer el inventario, en inglés.
Vida Digna promueve una próxima fase de la recuperación salarial
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El crecimiento económico con empleos bien remunerados y formales es el motor de la reducción de la pobreza, confirma el reciente informe del INEGI[1]. Vida Digna, la Iniciativa por Ingreso Digno reafirma la necesidad de pasar a la siguiente fase de la recuperación salarial desde la capacidad de cada empresa, mediante la vinculación inseparable entre la mejora de las remuneraciones y el incremento de la productividad.
Se incrementó el ingreso laboral
Los datos recientes de INEGI muestran que la pobreza se redujo por el incremento en el ingreso, especialmente por mayores ingresos del trabajo. De 2016 a 2024, los ingresos por trabajo crecieron en promedio 22%, mientras que para los personas con menor ingreso subieron más del doble: 52% (pesos de valor constante).
Este incremento del ingreso laboral es producto del esfuerzo de las y los trabajadores y de las empresas, es un resultado del diálogo social y la concertación. Los organismos empresariales que participamos en el Colectivo Vida Digna hemos sido promotores activos de la recuperación salarial.
Por una parte, desde la representación patronal en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) que ha impulsado los montos de recuperación que permitieron duplicar el valor real del salario mínimo de 2017 a la fecha.
Por otra parte, además del incremento al salario mínimo, por la decisión libre y responsable de muchas empresas que incrementaron las remuneraciones por arriba del salario mínimo. El llamado “efecto faro” hacia salarios mayor al mínimo, es producto de la decisión de muchas empresas.
Por eso los salarios de los trabajos formales muestran un incremento sustancial. De 2017 -año en que se inició la recuperación gradual – a 2024, el salario “medio” (la mediana) tiene un incremento de 39% (en valor real), casi el doble del incremento al salario promedio (20%).[2]El crecimiento del salario medio es el reflejo nítido y contundente de la mejora salarial de quienes ganan menos.
La siguiente fase con iniciativa empresarial
Con este avance, es el momento de pasar a la siguiente fase en la mejora del ingreso laboral. Esta nueva fase tiene que ser impulsada desde el sector privado, acorde a la capacidad y ritmo de cada empresa.
Vida Digna, Iniciativa por un Ingreso Digno propone una vía efectiva y viable para la siguiente fase de recuperación salarial ligada a incrementos de productividad. Esta unión entre remuneraciones y productividad representa un cambio de paradigma económico en México, que permite transitar hacia una economía más sólida y con mayor cohesión social. Se trata de replicar la experiencia de los países de mayor desarrollo, donde los derechos laborales no son obstáculo, sino incentivo para el crecimiento económico y factor de su competitividad.
Esta nueva fase es una iniciativa empresarial, porque la mejora del ingreso laboral más allá del salario mínimo no puede ser impuesta por decreto, ni generalizarse a un solo ritmo o con montos obligatorios. Para la siguiente fase de mejora del ingreso laboral se requiere considerar las condiciones de cada empresa, de cada rama económica y de cada región. El plan y el ritmo no pueden ser iguales para empresas pequeñas que para medianas y grandes. Tampoco puede ser igual para empresas con uso intensivo de mano de obra que para las basadas en tecnología.
Lo común para todas las empresas son el objetivo y la ruta: El objetivo es que toda persona con trabajo formal en la iniciativa privada pueda vivir dignamente. La ruta es el plan de mejora de las remuneraciones a nivel de cada empresa -y también en cada rama económica y cada región- mediante mejoras de productividad.
La meta: ingreso digno de 13,400 pesos al mes para quienes menos ganan
El colectivo Vida Digna ha estimado el costo de la canasta digna para una familia, para establecer el monto de referencia para el salario digno en 13,400 pesos libres al mes como remuneración garantizada.
Este monto surge de la estimación de las necesidades indispensables para una familia de cuatro personas con un costo estimado de 26,800 pesos al mes, que se cubre mediante el ingreso de dos personas perceptoras de ingreso.
El monto se actualizará cada año considerando los cambios en el costo de vida y las pautas de consumo. Este monto de referencia nacional se puede calibrar para diversas realidades regionales, cuando así se requiera.
La iniciativa por ingreso digno, propone alcanzar este monto de manera gradual, al ritmo de cada empresa. La iniciativa recomienda un primer paso para que nadie gane menos del costo de dos canastas básicas, esto es 9,500 pesos en precios actuales, para rebasar el umbral de pobreza. Este monto no es la meta, es solo el primer escalón.
Impactos positivos del ingreso digno
La adopción voluntaria de las empresas del Ingreso Digno tiene mútiples efectos positivos en la economía en su conjunto, para cada empresa y por supuesto para la calidad de vida de las familias.
A nivel macro, contribuye directamente a reactivar el crecimiento económico con inclusión y equidad, pues permite fortalecer el mercado interno, crea incentivos para reducir la informalidad laboral y potencia modelos de negocios con mayor productividad.
Los impactos positivos para las empresas son también muy relevantes: reduce la rotación de personal y las vacantes no cubiertas, en puestos operativos, mejora el ambiente laboral y, en general, detona la productividad de cada empresa.
Los impactos sociales son evidentes y directos, al garantizar una remuneración suficiente para que las familias mexicanas puedan vivir dignamente, con acceso a lo indispensable, gracias a su trabajo.
¿Y las políticas públicas?
La adopción del ingreso digno es una decisión voluntaria de las empresas, pues debe seguir el ritmo y capacidad de cada empresa. Por su parte, las autoridades de los tres órdenes de gobierno pueden contribuir a su expansión y consolidación.
A nivel macro y general, se requiere un ambiente de estabilidad económica, de fomento a las inversiones, así como garantizar la seguridad, la certeza jurídica y el estado de Derecho para lograr mayor crecimiento económico. Solo con crecimiento económico sostenible se pueden crear más empleos formales y mejorar las remuneraciones.
Además, hay otras medidas que directamente pueden incentivar y facilitar la adopción del ingreso digno, por ejemplo:
En las políticas de fomento económico, establecer como condición para el otorgamiento de incentivos, apoyos y demás facilidades que ofrecen los gobiernos a las inversiones, que haya un compromiso verificable de adopción del salario digno.
En las adquisiciones y compras públicas, se pueden otorgar “puntos de ventaja” o incluso condiciones, a empresas que además de ofrecer los productos o servicios con la calidad requerida, comprueben que están pagando el ingreso digno.
En las disposiciones fiscales sobre retenciones a las personas, es urgente actualizar las tablas de retención de ISR y de IMSS. Actualmente solo el monto exacto del salario mínimo está exento, pero si alguien gana un poco más, o incluso un poco menos, resulta sujeto de retenciones, por lo que percibe un monto menor al salario mínimo. Lo ideal sería que los salarios hasta el monto de ingreso digno estén exentos.
Además, los gobiernos podrían también contribuir con la mejora de la calidad de vida y la reducción de gastos privados de las familias, si se garantiza el acceso a servicios de salud, a escuelas, a servicios de cuidado, a transporte público y movilidad, con calidad y equidad.
Estas medidas pueden facilitar e incentivar el avance del ingreso digno, esperamos sean escuchadas y atendidas, mientas tanto, desde el sector empresarial podemos avanzar.
Vida Digna, iniciativa por ingreso digno en México
Las iniciativas y acciones por salario digno, para ir más allá del salario mínimo, surgieron en nuestro país desde diversas regiones a partir de 2019, especialmente en Chihuahua, Jalisco, Guanajuato y CDMX.
Quienes integramos el colectivo Vida Digna organizamos un primer foro sobre responsabilidad social y salario digno en agosto de 2023. Coparmex asumió el compromiso públicamente en su Encuentro Nacional en Morelia en noviembre de 2024 y el colectivo Vida Digna se presentó formalmente en diciembre de 2024.
Nuestra iniciativa colectiva apenas inicia, aunque tiene antecedentes de muchas empresas que ya han adoptado el ingreso digno como parte de su modelo de negocios y de responsabilidad social empresarial. Esto permite contar ya con casos de negocio exitosos como ejemplo.
El colectivo Vida Digna, Iniciativa por Ingreso Digno, actualmente está formado por organismos empresariales y organizaciones de la sociedad civil, como Coparmex, Canacintra, AliaRSE, USEM, Fundemex, México Digno, Alianza por la Prosperidad, Centro de Empresas Concientes del Tec de Monterrey, Empresa Contigo, Coincydes, Cemefi, No más pobreza y Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Nuestra iniciativa nacional forma parte de tendencias globales (eliminar global, está repetido) por salario digno. El colectivo Vida Digna se ha sumado a la Red Global por Salario Digno (Global Living Wage Network). La Red forma parte del Pacto Global (Global Compact) de la ONU y el plan “Fast Forward” para avanzar en el cumplimiento de los ODS 2030.
En los próximos meses estaremos trabajando por la adopción del ingreso digno por empresas grandes, por empresas con mayor personal y por las empresas internacionales con presencia en México. También estaremos impulsando acciones de difusión y asesoría para todo tipo de empresas, pequeñas, medianas y grandes que quieran sumarse a esta iniciativa.
Colectivo Vida Digna, Iniciativa por Ingreso Digno
[1] INEGI. Pobreza multidimensional 2024 y Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares ENIGH 2024.
[2] Con datos abiertos IMSS, en junio 2016 a junio de 2024, a pesos de valor real en 2024.
Sociedad civil y empresas se unen para limpiar el fondo marino en Guerrero
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A casi dos años del paso del huracán Otis, surge el proyecto SeaFinder, liderado por una alianza de organizaciones de la sociedad civil con trayectoria en conservación marina: el Colectivo Mar de Fondo, Habla Bien de Acá A.C., y el Centro de Biodiversidad Marina y Conservación, así como por Automotriz Audi de México y Natura, que cuentan con el Distintivo ESR desde hace 7 y 14 años, respectivamente.
El huracán propició que todo tipo de residuos sólidos cayeran en las profundidades del mar. Según datos oficiales de la Secretaría de Marina, al menos 752 embarcaciones se hundieron y otras 83 desaparecieron. Al permanecer sumergidas, estos residuos liberan fragmentos tóxicos que afectan la biodiversidad marina, y amenazan las cadenas alimenticias locales y, por ende, la salud humana.
Ante el desafío, SeaFinder tiene como objetivo la restauración ambiental de la bahía de Acapulco. Las acciones incluyen operaciones de buceo comercial ligero para localizar y extraer restos de embarcaciones y fragmentos de fibra de vidrio y, trasladarlos a tierra firme para su correcta disposición, en coordinación con las autoridades públicas.
El proyecto cuenta con el respaldo de la Mesa Intersectorial de Medio Ambiente y Resiliencia al Cambio Climático, coordinada por Reforestamos México, el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), así como con el acompañamiento del Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres (CENACED).
Con esta alianza intersectorial será posible que actividades económicas, como la pesca y el turismo, se realicen en mejores condiciones sanitarias. La iniciativa es un llamado a empresas, organizaciones, instituciones y personas ciudadanas comprometidas con la sostenibilidad para sumarse a este esfuerzo colectivo.
Desde su rol como articulador intersectorial, Cemefi ha sido clave para vincular a los actores estratégicos que hoy hacen posible el proyecto SeaFinder y exhorta a que más empresas socialmente responsables se sumen.