Sesión convocada por RedEAmérica, Comunalia y Cemefi
El 6 de junio se llevó a cabo la sesión virtual “Intercambio de conocimientos, comunidades resilientes y trabajo territorial”, convocada por RedEAmérica, Comunalia y Cemefi, con el objetivo analizar los factores que permiten la resiliencia comunitaria en países latinoamericanos.
Participaron Alicia Williner y Luis Riffo Pérez, de la CEPAL; María Eugenia Páez, del programa Philanthropy for Climate Change de WINGS; y Elisa Trujillo, directora general de ARISE México y CENACED.
Luis Riffo Pérez señaló que el liderazgo -lejos de ser una virtud individual- es una capacidad que se desarrolla, y que está influenciado por el contexto, por lo que es un concepto relacional que alude a procesos. Y en el caso de los liderazgos colaborativos es fundamental que exista un propósito definido, desde el principio. Además, hay 8 capacidades que se deben desarrollar para que este tipo de liderazgo sea posible:
Comprensión de contexto, comprensión personal, construcción de visión, construcción de equipos, diseño y creación de organizaciones, capacidades políticas, consideraciones éticas, y la capacidad de gestionar políticas, es decir, concretar. Además, es importante la intervención de “sponsors” o “champions”, personas externas a la red, con legitimidad y reconocimiento, pues contribuyen a destrabar procesos que se complican, ayudan con mentoría e impulsan el trabajo que se está realizando hacia el exterior.
En su intervención, María Eugenia Páez habló sobre la iniciativa Filantropía por el Clima, y resaltó lo importante que ha sido la creación de un sentido de comunidad como punto de partida de la colaboración y del compromiso para emprender acciones colectivas, compartir conocimiento y difundir las acciones del grupo. Sin colaboración no es posible atravesar las dificultades políticas, las diferencias de las legislaciones entre países e incluso, la diferencia de idiomas.
Así es como están promoviendo diálogos entre fundaciones de México, Colombia y el Caribe, para actuar colectivamente, en lugar de que se realicen acciones dispersas o esfuerzos con poco impacto. Asimismo, están abriendo puentes de colaboración con otros actores, para hacer alianzas multisectoriales.
Elisa Trujillo habló del modelo de intervención de Unidos por Ellos, impulsado por CENACED. Se trata de un modelo de coordinación multisectorial en caso de desastre. Hay una transversalidad de temáticas que involucra a OSC, gobiernos locales, nacionales y organismos internacionales.
En el modelo participan 183 actores. La clave de la participación es que no todos intervienen al mismo tiempo, cada uno trabaja en diferentes fases, de acuerdo a su mayor expertise, conforme a lo mejor que puede aportar. Como ejemplo, citó la colaboración con Comunalia, a través de la cual podrán transferir conocimiento a las comunidades donde operan las fundaciones que la integran, a fin de sensibilizar a la población y trabajar en temas de prevención.
En ese sentido, Sandra Hernández, de Red América, reflexionó sobre la relevancia de trabajar desde lo local, en territorio, para generar capacidades en las personas. En términos de prevención de desastres, la población ha desarrollado capacidades cuando es capaz de mirar su territorio con enfoque de riesgo, identificando vulnerabilidades y trabajando en comunidad para abordarlos, “más allá de tener un super mapa de riesgos o un software sofisticado”, apuntó.
Falta mucho en temas de prevención, reflexionó Adriana De la Peza, Coordinadora de Proyectos Especiales en Cemefi, ya que las organizaciones no suelen asignar un presupuesto para afrontar alguna contingencia, de ahí que ante las eventualidades tengan que depender de un apoyo externo. Convino en la necesidad de caminar hacia la generación de un fondo colectivo desde la sociedad civil, que permita responder adecuadamente ante un desastre.