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Colaboradoras de Cemefi y mujeres de otras organizaciones civiles que son parte de la Comunidad Cemefi marcharon el 8 de marzo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer y nos dejaron este apasionante testimonio. Te invitamos a leerlo.

Imagenes de la marcha por el día internacional de la mujer, Una pancarta que dice "merecemos vivir sin miedo" otras mujeres con una manta que dice "tranquila hermana, aquí está tu manada" y una imagen de un globo que dice "vivan las mujeres".

Rescribimos el 8 de marzo las mujeres, jóvenes, adultas mayores, lesbianas, trans, con discapacidad, indígenas, mujeres en sus diversidades con experiencias tan diferentes y al tiempo iguales. Marchamos contingentes, organizaciones, colectivas, solas o en familias.

En Reforma, los humos morados, las mantas y carteles, cada año las mismas, y otras leyendas: “Marcho por mi madre y mi abuela”;“Abuelita vine a gritar lo que a ti te hicieron callar”;“Es tu pared, pero era mi niña”;“Feliz será el día en que no falte ninguna”;“Quiero caminar sin miedo”;“No somos histéricas, somos históricas”. Los carteles llevan denuncias, escrituras en los cuerpos y cánticos encapsulados en nuestro frustrante entorno de impunidad; testimonios de una yotras tantas luchas generacionales. Homenajear a nuestras antecesoras de épocas y contextos sociales en sus demandas históricas.

En imagen una mujer en la Marcha 8M con una pnacarta que dice: mamá si vamos a cambiar el mundo

Nos integramos a una marcha: la de todas, en una ciudad que vibra a los gritos y cantos unísonos: “El que no brinque es macho”; “Ni una más, ni una menos”, realidades, no inventivas de las mujeres que estamos aquí. La marcha levanta rabia, los muros tirantes protegiendo monumentos y establecimientos privados sin protección para las mujeres que marchamos.

Nos reunimos para marchar, éramos algunas y ahora somos hartas, avanzamos lento, nos integramos con otrasque con la misma fuerza andan con nosotras. No llegamos muy lejos, son tantas las que están que es imposible contabilizarlas, dicen que fueron alrededor de 90,000, se escuchaban más. Las que estábamos y las que fueron, porque ahí se sienten aquellas mentoras, madres, hermanas, amigas, compañeras, colegas, están ahí recordándonos que no estamos solas, que necesitamos alzar las voces.

Imagen de la marcha 8m, un cartel que dice: y retiemble en su centro la tierra al sororo rugir del amor

Rabia e indignación motivan la pinta de monumentos, estatuas inertes que no miran que ahora transitamos, reclamo de justicia perdida, desamparo de un gobierno sordo e incomprensión de grupos que nos califican como locas. Sí, somos unas locas, locas por defender lo que es nuestro, por apropiarnos de nuestro cuerpo, por exigir trato igualitario, por reclamar que no puede ganar un hombre más por el mismo trabajo que hacemos.

Sí, somos unas locas porque reclamamos que no se mire con importancia el trabajo de cuidados que realizamos, porque trabajamos doble y triple jornada, porque nos cosifican y minimizan, porque nos ha costado estar aquí. Sí, somos unas locas y defenderemos el derecho a ser locas para que llegue el día en que estemos seguras y libres, y sí: sentimos dentro una fuerza de querer gritar. Se pensaría que, al ser una marcha más, los sentimientos, la euforia, el enojo y las expectativas se irían desvaneciendo con el tiempo, es todo lo contrario, cada año la experiencia cambia y seguimos saliendo a las calles.

Imagen de la marcha 8m, un cartel que dice: nos sembraron miedo nos creciero alas.

Marchamos entre colegas, salimos de nuestro espacio laboral, nos sentimos acompañadas por todas las que hubieran querido estar ahí con nosotras, pero atienden y cuidan desde casa, trabajan por sus niñas y sus niños. Nos solicitan elegir causa, pero son tantas las causas que abanderamos bajo un mismo paraguas, los derechos de todas las mujeres y el derecho a defenderlos.

Trabajamos desde este espacio privilegiado entorno a organizaciones que abanderan múltiples causas, nos toca estar entre todas ellas. Es el 8 de marzo y todos los días son una lucha histórica; una lucha que como mujeres libramos todos los días, sin excepción.  El 8M no es el único día en el que alzamos la voz, la alzamos los 365 días al mantener vivo su espíritu en todos los ámbitos; marchamos con convicción, así nos sentimos todas a través de la mirada cómplice y del canto a mil voces en el cual comprendimos que no estamos solas.

Imagen de la marcha 8m, colaboradoras del Cemefi con un cartel que dice: te cansas de oirlo nosotras de vivirlo
Marcha 8M imágenes de colaboradoras de Cemefi marchando

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